Conocer a quién pertenece una huella o rastros de un animal, cómo censar murciélagos…son métodos clave para conocer la biodiversidad de un espacio natural.
26 alumnos, completando las plazas disponibles, han asistido a las sesiones formativas del curso sobre técnicas de estudio para la conservación de la biodiversidad animal que se ha desarrollado en la sede de la Universidad de Educación a Distancia en Gandía. Biólogos, ambientólogos, antropólogos sociólogos, agentes del Seprona de la Guardia Civil, así como gente entusiasmada por el medioambiente han conocido de primera mano metodologías de censo de aves, la problemática de la electrocución de la avifauna, seguimiento de mamíferos a través del fototrampeo, el censo de anfibios y reptiles así como técnicas de marcaje en aves o peces.
El coordinador del curso, el Dr. Francisco Atiénzar, biólogo y colegiado del Colegio Oficial de Biólogos de la Comunitat Valenciana (COBCV) ha destacado la aceptación del curso, que desde su puesta en marcha -esta es la tercera edición- siempre ha completado su aforo. El programa formativo ha contado con sesiones teóricas y prácticas de censos de anfibios, utilización de detectores de ultrasonidos, muestreo de acequias en la Albufera o la visita al centro de conservación de especies dulceacuícolas de El Palmar. Había mucha parte práctica de campo como de laboratorio, siendo aquí donde analizaron el contenido de egagrópilas de lechuza. El interés que ha despertado el curso también se demuestra con la procedencia de los participantes, llegados desde Valencia, Madrid, Alicante, Zamora o Castellón.
Francisco Atiénzar ha destacado que «las técnicas de muestreo ayudan a conservar nuestra riqueza faunística».
Estas técnicas se pueden aplicar en auditorías ambientales, educación ambiental y en general en la conservación de todo tipo de ecosistemas. La fase práctica ha permitido que los asistentes apliquen técnicas que quizá conocían en la teoría, pero nunca habían aplicado o visto sobre el terreno.
