“La detección del material genético de SARS-CoV-2 en aguas residuales es una herramienta muy eficaz para la detección temprana del virus”
Gloria Sánchez Moragas es doctorada en biología por la Universidad de Barcelona y actualmente es científica titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA –CSIC) en el que dirige actividades sobre seguridad vírica de los alimentos.
Su papel en la lucha contra el SARS-CoV-2 es fundamental. Su equipo investigador lleva a cabo un proyecto, financiado por el CSIC y la Agencia Valenciana de Innovación, sobre el papel del agua en la trasmisión del virus.
¿Puede explicar en qué consiste el trabajo investigador de su grupo dentro del IATA-CSIC?
La labor investigadora de mi grupo se centra en desarrollar métodos moleculares para detectar virus entéricos humanos (norovirus, virus de la hepatitis A, virus de la hepatitis E, etc.) en alimentos y agua, y evaluar la eficacia del procesado de los alimentos y tratamientos de desinfección sobre dichos virus.
Además, actualmente dirijo un proyecto sobre el papel del agua en la transmisión de SARS-CoV-2 financiado por el CSIC y la Agencia Valenciana de Innovación.
Su papel contra el SARS-CoV-2 es fundamental; ¿puede comentar brevemente el proyecto?
Nuestro equipo de trabajo en colaboración con investigadoras del CEBAS-CSIC ha desarrollado una metodología para la detección precoz del material genético de SARS-CoV-2 en aguas residuales que actualmente estamos utilizando para el monitoreo de aguas residuales en colaboración con distintas empresas y entidades.
Aunque todavía no tenemos datos sobre la correlación entre concentración de virus en aguas no tratadas y número de individuos infectados, el potencial de estas investigaciones radica en que permiten estudiar los virus excretados por cientos o miles de individuos, dependiendo de la planta de tratamiento de aguas, en una única muestra.
Muchos de los miembros de los equipos de investigación, como el que usted dirige, están formados por biólogos y biólogas. ¿Sería posible hacer una estimación real de cómo los profesionales en biología (microbiólogos, genetistas, biotecnólogos…) son fundamentales en la investigación?
Nuestro grupo de investigación consta de dos biólogas, un ingeniero agroalimentario, un ingeniero químico, un biotecnólogo y una graduada en ciencia y tecnología de alimentos; todos ellos imprescindibles para llevar a cabo la investigación de nuestro grupo, cada uno aportando su experiencia y conocimiento. En el campo de la investigación, los profesionales en biología son indispensables para afrontar investigaciones de calidad que puedan a portar soluciones a los problemas reales de la sociedad.
Su trabajo en estos momentos se centra en valorar el grado de pervivencia y transmisión del virus en entornos acuáticos como mares, piscinas, lagos… ¿Podría explicarnos con más detalle este estudio?
La principal vía de transmisión del SARS-CoV-2 en playas, piscinas y lagos es a través de secreciones respiratorias que se generan con la tos y los estornudos y el contacto de persona a persona, por lo que deben mantenerse las recomendaciones generales relativas a cualquier otro lugar.
Dicho esto, la detección del material genético de SARS-CoV-2 en aguas residuales es una herramienta muy eficaz para la detección temprana del virus.
Para ello, es necesario articular una red nacional coordinada donde fluya la información generada desde los laboratorios hasta las autoridades competentes para que puedan tener la información a tiempo real y que este esfuerzo se traduzca en una herramienta útil para la toma de decisiones en futuros rebrotes.
A raíz de la pregunta anterior, ya hemos visto que se han abierto las playas al público, ¿cómo cree que será la evolución de apertura de playas, piscinas, balnearios, etc.? ¿Cómo es la transmisión del virus en esos entornos? ¿Es “seguro” ir a bañarse al mar o una piscina comunitaria?
Todavía tenemos muchas preguntas en el tintero ya que desconocemos muchos aspectos del SARS-CoV-2. En un informe reciente del CSIC sobre la transmisión del SARS-CoV-2 en playas y piscinas se destaca que la infección por SARS-CoV-2 por contacto con el agua en condiciones estándar para el baño es muy poco probable. Sin embargo, estas actividades generalmente implican una pérdida de las medidas recomendadas de distanciamiento social.
El mismo informe señala que en piscinas y spa, dónde el uso de agentes desinfectantes está ampliamente implantado con el fin de evitar la contaminación microbiana de las aguas por la afluencia de usuarios, la concentración residual del agente de desinfección presente en el agua debería ser suficiente para la inactivación del virus.
Se está hablando, en algunos lugares, de turnos para ir a la playa, mamparas protectoras para separar espacios de toallas o, de forma más simple, separación marcada en la arena por ejemplo. ¿Cree que será necesario o cuáles serían las medidas a tomar?
Durante los próximos meses debemos seguir manteniendo las medidas de distanciamiento social y extremar los hábitos higiénicos para evitar la trasmisión del virus, y dependiendo de la evolución de la pandemia en cada lugar será necesario ir evaluando qué medidas se deben tomar para cada situación concreta.
Finalmente, como profesional de reconocida trayectoria, ¿qué es aquello que más le preocupa de la gestión del COVID-19?
Me preocupa que en estos momentos todos los recursos se estén volcando a COVID-19, que aunque es entendible, no podemos olvidarnos del resto de retos que afrontamos. Esto está haciendo que, por ejemplo, grupos de investigaciones punteras hayan tenido que parar sus investigaciones durante meses.
También es importante que los recursos que se inviertan en COVID-19 estén basados en criterios científicos, que haya una coordinación para evitar duplicidades y que el flujo de comunicación con los agentes implicados esté bien definido para poder aprovechar en tiempo real todos los datos que se están generando desde el ámbito de la investigación.
