El Colegio Oficial de Biólogos comparece en las Cortes para tratar la situación hídrica y urbanística del Bajo Segura

El decano del Colegio Oficial de Biólogos de la Comunidad Valenciana, COBCV, Ignacio Lacomba, ha participado en la Comisión Especial de las Cortes para tratar las medidas de prevención de los riesgos de inundaciones del Bajo Segura en materia territorial, urbanística e hídrica.

En su comparecencia, Lacomba indicó que las inundaciones en la Vega Baja se repiten de forma recurrente debido a su localización, “el sinus Ilicitanus, un golfo que en época romana se abría al mar por donde hoy se encuentran las ciudades de Santa Pola y Guardamar del Segura y que actualmente configura una gran llanura de inundación”. Por tanto, las inundaciones en esta zona no pueden evitarse, solo moderarse.

Así, la mejor prevención de inundaciones a largo plazo es actuar sobre “la erosión y la impermeabilización: restaurando la vegetación forestal y agraria, de un lado, y deteniendo y aun revirtiendo la expansión del suelo sellado por el asfalto, el hormigón y el ladrillo, de otro. La construcción irrestricta en llanuras de inundación tiene la doble consecuencia perniciosa de dificultar la infiltración del agua de las crecidas a la vez que somete a personas y bienes a los efectos de esas riadas al haber ocupado de forma generalizada tales llanos de inundación”. Además de la prevención de inundaciones, también se verán mejoradas la biodiversidad y la calidad paisajística.

En el caso de la Vega Baja, “hace falta algo más que un plan convencional de defensa frente a inundaciones; es necesario un enfoque holístico e integral que incluya todos los conocimientos a nuestro alcance, que conjugue programas que desde distintas disciplinas nos permitan poner en marcha acciones sinérgicas a escala de cuenca. Es necesario incorporar nuevas medidas que nos hagan más resilientes y capaces de afrontar estos episodios con soluciones más diversas, dinámicas y adaptativas que las convencionales”. De esta forma, Lacomba continúa señalando que “son cada vez más las agencias y organismos internacionales que abogan por incorporar soluciones basadas en la naturaleza para hacer frente a los nuevos retos del cambio climático”.

Vivimos nuevos escenarios que nos enfrentan a la evidencia de la general incertidumbre que rige nuestra existencia; el que estudia fenómenos biológicos percibe la complejidad inherente a su naturaleza, su proverbial impredecibilidad debido a factores y variables con frecuencia imposibles de integrar en la ecuación. La visión antropocéntrica que habitualmente limita nuestra percepción del entorno nos impide ser conscientes de que vivimos en un mundo extremadamente dinámico y cambiante; somos solo una pieza en el rompecabezas de la vida y por más que nos consideremos la más importante, solo progresaremos si somos capaces de reconocer, respetar y convivir con las demás.

Related Posts

Top