En 2014 un matrimonio francés decidió dar su velero, el Belharra, a un proyecto no lucrativo. Vendían el barco por un euro. Fue entonces cuando Uxue Urquia, con el apoyo de su padre, se decidió a presentar un proyecto de investigación. Finalmente consiguió la embarcación y se puso a trabajar.
Después de cuatro años de travesía con la creación de la asociación Idemar Belharra y un laborioso trabajo de restauración, ahora ya puede navegar. En este tiempo se han sumado muchas personas y entidades que han hecho posible una iniciativa pionera: crear un barco dedicado a la ciencia, la educación ambiental y la investigación del Mediterráneo. En la iniciativa, ha colaborado activamente el Colegio Oficial de Biólogos de la Comunidad Valenciana.
El Valencia Yatch Puerto del puerto de Valencia ha sido el lugar escogido para hacer la presentación en sociedad del nuevo Belharra. Allí estará también la sede de la asociación que se pone en funcionamiento. El barco se ha revisado por completo para pueda navegar con garantías. Una vez restaurado, el objetivo es que biólogos e investigadores desarrollen su trabajo en la costa de la Comunidad Valenciana.
El principal propósito es navegar, investigar y divulgar. Uno de los proyectos es abrir el Belharra a familias, entidades, asociaciones, para que conozcan la Mediterránea, su valor ambiental y natural. La educación ambiental será uno de los pilares fundamentales de la iniciativa.
Ya hay algunos proyectos previstos, como por ejemplo realizar una radiografía visual de los fondos marinos en 360 grados para hacer un catálogo, cuanto más completo mejor, de la situación del ecosistema frente a las costas valencianas.
La restauración
En el proceso de restauración del barco, el principal trabajo ha consistido a retirar el óxido del buque, recuperar la cubierta y comprobar el estado general de la nave. Además se han revisado todos los sistemas de navegación para dejar la embarcación en condiciones óptimas.
Desde el Colegio de Biólogos de la Comunidad Valenciana, su presidente, Natxo Lacomba, ha destacado que con el Belharra nace una nueva herramienta a disposición de profesionales de la biología, la educación ambiental y también de la ciencia ciudadana.