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El organismo colegial de los biólogos ha destacado que muchas de las vacantes destinadas a médicos no llegan a cubrirse
Los titulados en Biología son los que más complicado tienen acceder a una plaza de Formación Sanitaria Especializada (FSE). Para la convocatoria 2024-2025, la ratio de aspirante-puesto es la peor de todos los grados, al competir 18 egresados por cada vacante. Una situación que contrasta con los elevados porcentajes de abandono de las especialidades biológicas. El motivo: se trata de ramas multidisciplinares, por lo que cuentan también con farmacéuticos, químicos y médicos. Estos últimos son los que habitualmente no concluyen la instrucción en el Sistema Nacional de Salud (SNS), atraídos por las áreas
clínicas más que por las de laboratorio. Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Biólogos (Cgcob) tienen una solución: convertir los huecos MIR en BIR.
La presidenta de la Comisión de Sanidad del organismo colegial, Isabel Tejada, no «tiene ninguna duda» en que se debe de incrementar la proporción de biólogos en las cuatro especialidades multidisciplinares. «Año tras año, observamos con preocupación que las plazas ofertadas a los médicos para estas especialidades quedan vacantes en el SNS, así como muchos que las escogen no llegan a incorporarse a la plaza o renuncian a ella antes de acabar el periodo formativo», ha argumentado a Redacción Médica.
Bajo su punto de vista, Ministerio de Sanidad y Consejerías de Salud regionales deberían dirigir a los tenientes del grado en Medicina hacia las ramas facultativas de carácter asistencial que padecen una mayor carencia de profesionales. Por ejemplo, Trabajo, Preventiva y Salud Pública o Familiar y Comunitaria. «Tendrían que dejar para nuestro colectivo las plazas de laboratorio», ha puntualizado Tejada.
«Tendrían que dejar a nuestro colectivo las plazas FSE de laboratorio»
La última convocatoria revela el volumen de plazas MIR en las mencionadas ramas. En Análisis Clínicos, Medicina obtiene 19 vacantes, una más que Biología, aunque es Farmacia la que domina la disciplina con 57. La diferencia también es de uno en Inmunología, con 14 para facultativos y 13 para biólogos. La brecha se abre en Microbiología y Parasitología – prioritaria para los farmacéuticos-, con 40 para los sanitarios y 12 para los egresados del grado experimental. Tan solo en Bioquímica Clínica la cifra BIR es superior, al anotar 20 frente a cuatro.
En caso de observarse los porcentajes de renuncia, las cuatro especialidades se encuentran en el listado de las que más padecen esta problemática. Según datos de la Fundación Centro de Estudios «Vicente Matas» del Sindicato Médico de Granada, 94 residentes no finalizaron Análisis Clínicos en el periodo entre 2014 y 2023, lo que supone un 12 por ciento de los 783 titulados que accedieron a dicha disciplina. Por su parte, 39 graduados de 433 dejaron Bioquímica Clínica -el 9 por ciento-, 33 de 271 abandonaron Inmunología -un 12,2 por ciento- y 99 de 728 no llegaron a acabar Microbiología y Parasitología -un 13,6 por ciento-.
Biología reclama más plazas
El problema no solo radica en la proporción de las titulaciones en las especialidades. También en la propia cifra. Y es que el número de plazas ofertadas para los egresados de Biología es notablemente inferior al ofrecido para aquellos procedentes de grados del área de Salud, como Medicina o Enfermería. Asimismo, el BIR pierde vacantes formativas respecto al año anterior. Así, Sanidad publica un 3 por ciento menos de puestos, lo que se traduce en un descenso de 65 a 63. «Esto es un auténtico despropósito», ha tildado Tejada.
La importancia de contar con plantillas amplias dentro de los laboratorios se entrevé fundamental para el fomento del SNS. La presidenta de la Comisión de Sanidad del Cgcob ha destacado que «los biólogos» cuentan con una formación más completa para ocuparse de los menesteres analíticos e investigadores llevados a cabo en estos departamentos del hospital. «La pandemia de coronavirus puso de manifiesto la necesidad de contar con especialistas bien formados en esta área», ha agregado, además de recordar que no se puede descartar que se repitan episodios similares en un futuro cercano.
«Un biólogo necesita un nueve para optar a un hueco, mientras que un médico con un dos accede a la misma plaza»
Incrementar la cantidad de plazas BIR significaría poner en valor el perfil del biólogo dentro del SNS. Una medida que haría que más profesionales decidieran presentarse a la prueba. En la actualidad, la dificultad para conseguir un puesto, impulsada por la escasez de plazas, desanima a los mencionados titulados. «Esto hace que un biólogo necesite más de un nueve en su nota final para optar a un hueco, mientras que un médico accede a la misma plaza de laboratorio con un dos», ha afirmado Tejada.
A la espera del desarrollo de Biomedicina
Las 63 vacantes formativas BIR no están destinadas únicamente a titulados en Biología. En el espectro de la prueba, se incluye a los egresados de Bioquímica, Biomedicina y Biotecnología, al colegiarse mayoritariamente con los colegios profesionales de los biólogos. «Tenemos que defender su derecho a presentarse a la prueba de FSE», ha remarcado la representante del Cgcob. Un escenario que únicamente cambiaría con la regulación de la profesión, asunto que se trata con los ministerios competentes.
La Asociación de Decanos y Decanas de Biomedicina reclama la inclusión de su grado en el grupo de estudios con un examen propio de acceso a la especialización en la infraestructura sanitaria española. No obstante, la creación del BioMIR se encuentra en estado de parálisis, después de que las conversaciones con Ministerio de Sanidad y Consejerías de Salud de las comunidades autónomas no prosperarán. Desde la organización confirman a Redacción Médica que su intención es volver a intentarlo, al igual que elaborar un mapa de conocimientos de la disciplina -proyecto que realiza con la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Acreditación (Aneca)-, con la misión de fijar las competencias del biomédico.
