El Colegio de Biólogos valencianos previene sobre la compra de animales exóticos en Navidad

La tortuga de Florida, la culebra real de California, la cotorra de kramer y la cotorra argentina son algunos pocos ejemplos de fauna alóctona introducidos de forma irresponsable en el medio natural

Durante estos días previos a las fiestas de Navidad y Reyes Magos muchas tiendas de animales de la Comunidad Valenciana albergan en sus jaulas y vitrinas a decenas de especies exóticas originarias de otros continentes a la espera de que se conviertan en las mascotas preferidas de cientos de hogares valencianos. Ante esta situación que se repite todos los años el Colegio Oficial de Biólogos de la Comunidad Valenciana (COBCV) apela a la responsabilidad de sus nuevos propietarios. «Son muchos los ejemplos de animales y plantas exóticos que, procedentes del comercio terminan por ser abandonados por sus propietarios en el medio natural y empiezan a convertirse en un problema para la conservación de nuestra biodiversidad, desde el caracol manzana (Pomacea canaliculata) hasta la tortuga de orejas rojas de Florida (Trachemys scripta elegans), pasando por el jacinto de agua (Eichhornia crassipes) o la culebra real de California (Lampropeltis getula californiae). Pero, más allá de que sea una conducta legalmente sancionable, el comercio, tenencia e introducción deliberada de flora y fauna exótica en el medio natural es sobre todo un ejercicio de irresponsabilidad», ha manifestado el decano del Colegio Oficial de Biólogos de la Comunidad Valenciana, Nacho Lacomba.

Exóticos invasores

El medio natural valenciano está repleto de desgraciados ejemplos de animales y plantas con un recorrido muy claro y definido desde la tienda de animales del barrio pasando por el hogar de bienvenida y la posterior liberación deliberada en la ciudad o la naturaleza. Las tristemente famosas tortugas de Florida o también conocidas como galápagos de Florida o tortugas de orejas rojas fueron masivamente comercializadas durante los años 80 y 90 del siglo pasado en la Comunidad Valenciana. En la actualidad se reproducen en la mayoría de marjales y zonas húmedas valencianas poniendo en peligro la supervivencia de las últimas poblaciones de los galágapos autóctonos como son el galápago europeo (Emys orbicularis) y el galápago leproso (Mauremys leprosa). «Muchos tenemos animales de compañía, perros o gatos, y pensar que alguien pueda abandonar a su mascota nos resulta impensable; pero en otros casos, reptiles, peces, no resulta extraño que sus dueños, cansados de ocuparse de ellos, decidan “liberarlos” y muchos pensarán: ¡qué bien van a estar en su nuevo hogar viviendo en libertad! Tener una mascota es asumir un compromiso para toda su vida y deberíamos ser incapaces de abandonarla bajo ningún pretexto; si ya no la queremos o no podemos cuidarla, seguro que habrá alguien para el que será una alegría ocuparse de ella. Si alguien va a comprar o regalar un animal, debe tener claro este compromiso y nunca, en ningún caso, ha de abandonar o introducir plantas o animales en el medio natural, y que puede estar contribuyendo a la extinción de nuestra flora y fauna», ha indicado de manera contundente Lacomba.

Juegos educativos?

Recientemente el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra junto al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) sancionaron a tres jugueterías de la comarca de Pamplona por vender huevos de una especie de crustáceos exóticos (Triops longicaudatus) como juegos educativos relacionados con los dinosaurios. Esta especie alóctona aparece en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras y está prohibida expresamente su comercialización. «Este fascinante crustáceo americano tiene parientes próximos que hace escasa décadas eran frecuentes en nuestras charcas y lagunas, siendo sobre todo abundantes en los arrozales de la Albufera donde se conocían popularmente como tortuguetas. Paradójicamente, nuestras tortuguetas son hoy bien raras y no sería extraño que terminaran por desaparecer en el anonimato al tiempo que asistimos a la proliferación de sus parientes americanos procedentes del comercio de unos juguetes que en realidad pretenden ser educativos», ha concluido el decano del COBCV Nacho Lacomba. La comercialización de huevos de Triops en juguetes supuestamente educativos no es una práctica reciente. El SEPRONA de la Guardia Civil confiscó la pasada Navidad estos pequeños crustáceos norteamericanos en diferentes provincias españolas. De hecho los biólogos han detectado la presencia de Triops longicaudatus en lugares como el lago del parque Natural de la Albufera de Valencia.

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